David y Goliat by Malcolm Gladwell

David y Goliat by Malcolm Gladwell

autor:Malcolm Gladwell [Gladwell, Malcolm]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2013-01-01T00:00:00+00:00


Los documentos del siglo XIX que han dejado los comentaristas sobre la esclavitud y los propios amos indican que un número significativo de esclavos mentían, engañaban, robaban, fingían enfermedades, holgazaneaban y pretendían no entender las órdenes que les daban; también ponían piedras en el fondo de sus canastos de algodón con el objetivo de cumplir con su cupo, rompían sus herramientas, quemaban las propiedades del amo, se mutilaban para huir del trabajo y cuidaban con negligencia los cultivos; incluso maltrataban al ganado hasta tal punto que los amos a menudo veían necesario emplear a las menos eficientes mulas en lugar de a los caballos debido a que las primeras soportaban mejor el brutal trato que les propinaban los esclavos.

Los disléxicos compensan su discapacidad desarrollando otras destrezas que —algunas veces— se revelan como destacadas ventajas. Un bombardeo o quedar huérfano pueden ser experiencias de salvamento «por poco», con consecuencias tal vez devastadoras. Si son salvamentos «por mucho», uno puede salir fortalecido. Estas son las oportunidades de David: las ocasiones en las que las dificultades, paradójicamente, resultan deseables. La lección de las historias de pillos y embaucadores remite a la tercera dificultad deseable: la inesperada libertad que trae no tener nada que perder. El pillo consigue romper las reglas.

El director ejecutivo de la Southern Christian Leadership Conference, la organización liderada por King, se llamaba Wyatt Walker. Había estado desde el comienzo en Birmingham, guiando sobre el terreno al escaso ejército de King enfrentado a las fuerzas del racismo y la reacción. Ni King ni Walker se hacían falsas ilusiones sobre que pudieran luchar contra el racismo del modo convencional. No podían derrotar a Bull Connor en las urnas, ni en las calles, ni tampoco en los tribunales. No tenían la fuerza necesaria para un intercambio de golpes. Lo que sí podían hacer, sin embargo, era jugar como Brer Rabbit y hacer que Connor los arrojara al zarzal.

«Wyatt», le dijo King, «tienes que conseguir la manera de crear una crisis, para que Bull Connor deje ver sus intenciones».

Eso fue exactamente lo que hizo Walker. Y la crisis creada por Wyatt fue la fotografía de un adolescente atacado por un perro policía, que parecía apoyarse contra el animal, con los brazos laxos como si dijera: «Tómame, aquí estoy».



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